Viaje

Las baldosas flojas de la esquina, los cajones con leches en la puerta del almacén que todavía no abrió, la vecina que baldea la vereda y ya no son las 7, el auto que me deja pasar a mitad de cuadra, los auriculares que están enredados, el tema que no quiero escuchar, el chico que llega temprano a trabajar y se sienta en el ventanal de Personal, el olor a queso y salame 8.45 antes de cruzar las vías, el caracol después de la barrera, 2 cuadras con verdulerías, el boletero al cual no le pido boletos por vergüenza a no sé qué, los mayoristas de ropa de enfrente que cuando limpio la ventanilla del colectivo me saludan, la primera cuneta, mensajes, la canción que si quería escuchar, la casa en venta que nadie fue a visitar nunca, las no prácticas de hockey, la inmobiliaria que no tiene casas en venta, el restaurante con las luces todavía de navidad y en frente el que nunca va a tener éxito, pensamiento científico sobre el desayuno, el SM SB, una cuadra, timbre, bajo y toda esta distracción fue en vano… nos cruzamos y ya no puedo evitar pensar en vos, una vez más.